0
Shares
Google+

A todos nos gusta que nos saquen una sonrisa o una carcajada al recibir, en nuestro correo personal o de trabajo, emails con bromas divertidas o presentaciones con fotos espectaculares, por no entrar en contenidos más picantes. Aún así todos tenemos algún amigo, o más de las veces conocido; que te reenvía todo lo que le llega. Este “amigo” en mi caso se llama Juan Ramírez, pero para preservar su anonimato y que no se entere, vamos a llamarle el “pesado de Ramírez”. Lo siento. Nunca lo hubiera etiquetado así hace un tiempo cuando lo conocí y me pareció un tipo majo; pero después de años recibiendo en mi correo cuatro emails diarios suyos con chistes de Lepe y cadenas con leyendas urbanas es que no lo puedo evitar. Mi mosqueo aumento al abrir uno de sus emails descubrir que esa gracia no me la enviaba sólo a mí sino a 200 conocidos más.

 

El otro día me encontré por casualidad con el “pesado de Ramírez” y le pregunte porque no filtraba un poco más los emails que enviaba. Su respuesta me dejo estupefacto… “lo hago para mantener el contacto”… le falto decir de una manera barata y sin esfuerzo mental por su parte.

Creo que el caso del “pesado de Ramírez” ejemplifica a la perfección; en lo que en muchos casos algunas marcas se están convirtiendo por el uso indiscriminado de emailings sin segmentar y donde nadie se ha tomado el trabajo de pensar si lo que me envían es relevante para mi como cliente; sino que se han dejado llevar por la equivocada estrategia de que como el email es un medio barato; todo lo que se me ocurra se lo mando a todos mis registrados por email.

Pues bien para todas estas empresas aquí va el final de mi historia. La semana pasada marque los emails que me llegan del “pesado de Ramírez” como SPAM y ya no los recibo más. Sé que podía haberle creado una carpeta especial; o pedirle que me borrara de su lista; pero si el “pesado de Ramírez” no se tomo el trabajo de pensar medio segundo antes de machacarme con cientos de emails irrelevantes para mi; porque iba hacerlo yo. Por todo ello a todas las empresas que se están convirtiendo en el “pesado de Ramírez” les aconsejo que si no tienen nada interesante que comunicar a un registrado, no malgastemos su tiempo, y usemos el nuestro en pensar y desarrollar ofertas que sean de su interés.


Previous post

Quiero un viral para ayer

Next post

Yahoo! Web Analytics - Indextools

3 Comentarios

  1. octubre 21, 2008 at 1:55 pm

    Muy buena Gerardo!
    A ver si la próxima nos enseñas algunos tips para mejorar la relevancia en las campañas. 😉

  2. octubre 21, 2008 at 9:33 pm

    muy bueno, seria interesante tratar tambien el tema de que titulo ponerle a los mails estos, ya que la gente filtra mucho, con solo leer esa simple linea

  3. enero 18, 2009 at 2:58 am

    En uno de mis libros de marketing favoritos, «Marketin directo con sentido común» de Dryton Bird (muy, pero que muy recomendable). Dryton responde a cuál es la frecuencia con la que hay que comunicarse con un cliente: «¿cuándo hay que comunicarse con un cliente?…cuando tengamos algo que contarle».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *